martes, 3 de enero de 2012

[Relato] Shalot y Lasher Mayfair

Muy de vez en cuando, una lucecita se enciende en mi cabeza y me pongo a escribir. Una cosa sobre la que me gusta mucho escribir es sobre rol, no en general sino sobre los personajes que tengo y cosas que hemos jugado y a las que me gusta darles cuerpo.

Hoy os dejo un pequeño relato sobre uno de mis personajes recurrentes: Shalot. De fondo es una maga verbena con un pequeño toque longevo. La he usado para muchas partidas, la verdad, y cada vez me gusta más. Shalot siempre viene acompañada de su hermano Lasher, que normalmente es un vampiro.

Aunque sus personalidades y estilos vayan cambiando con las partidas que vamos haciendo, el transfondo y nacimiento de ambos siempre es el mismo.

Una vez hecha la presentación, os dejo este pequeño texto que relata el nacimiento de ambos en el Londres victoriano.


Cuando Marie se quedó embarazada del Duque, se abrió ante si todo un abanico de posibilidades, cuyas prioridades eran salir del prostíbulo de Madame Liseth y vivir una vida llena de lujo. 

Cuando Lasher nació, Marie seguía trabajando en el prostíbulo aunque contaba con una mejor situación debido al Duque. Ya no compartía habitación con la bruja de Elisenda sino que tenía unos aposentos para ella sola dónde podía cuidar bien a su primogénito, mientras el Duque se deshacía de su mujer y la colocaba a ella en su lugar. 

Cuando Marie se quedó embarazada del Duque por segunda vez, ya estaba mayor para el puesto en el prostíbulo de Madame Liseth. La edad no perdona y menos si trabajas como prostituta desde que tienes memoria. El nacimiento de Shalot marcó un cambio en el Duque, algo en la pequeña le hizo entrar en razón y decidió llevarse a Marie con él. El único inconveniente es que el Duque dejó a los niños con Madame Liseth y Marie pasó a ser su querida no su mujer, como ésta soñaba desde hacía años. Por aquel entonces Lasher tenía 6 años y era la mascota de las prostitutas y su chico de los recados, no es fácil crecer en un ambiente así y menos cuando tu madre te abandona por su amante. Así que Lasher pasó a ser el responsable de la pequeña Shalot. 

Cuando Lasher cumplió los 11 años ya era todo un hombrecito. Con los años le habían ido llegando nuevas responsabilidades en el prostíbulo y ahora, además de ser el chico de los recados, también era el chico de los establos y el encargado de limpiar, Madame Liseth mandaba al chico con puño de hierro y no desperdiciaba ninguna oportunidad de recordarle lo afortunado que era de que ella se hubiera hecho cargo de él y su hermana, sobretodo cuando lo estaba golpeando con el cinturón por haber derramado algo sobre la madera del suelo. Pese a su pobre situación, el joven trabajaba duro con la intención de poder salir de allí con su hermana en cuanto fuera lo suficientemente mayor como para buscar un trabajo honrado. Shalot crecía sin saber lo que era la enfermedad a la sombra de su hermano mayor, al que quería por encima de todo. 

Cuando Shalot cumplió 5 años el día prometía ser caluroso y húmedo. Lasher había logrado robar un poco de pan y se las había apañado para tenerle preparado un pequeño regalo a su hermana pequeña. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que Madame Liseth mandó llamar a Shalot. Los alaridos de la pequeña llenaron el burdel aquella tarde. Madame Liseth había sido lo suficientemente lista para cerrar aquella tarde, así nadie excepto las prostitutas y el pequeño Lasher oirían los gritos de la niña. Los intentos del joven por ir junto a su hermana fueron en balde y sólo logró que lo encerraran en el sótano, dónde no dejó de golpear la puerta llamando a su hermana y maldiciendo a todas y cada una de las mujeres que dejaban que aquello pasase. 

Cuando Lasher escuchó el tenue sonido de la cerradura al abrirse ya era negra noche, estaba completamente dolorido por golpear la puerta y parecía que había ingerido un costurero entero. Haciendo acopio de sus últimas fuerzas salió corriendo hacía el piso superior dónde estaban todas las prostitutas reunidas frente a una de las habitaciones, ninguna parecía tener el valor de pasar aquel umbral. Temiendo lo peor, el chico se abrió paso entre las adultas y logró entrar en la habitación, la visión de su hermana tumbada boca abajo en la cama sobre un charco de sangre, con las piernas separadas y el pelo demasiado corto para ser el suyo, le provocaría pesadillas durante muchos años. Tembloroso y tambaleante se acercó al pequeño cuerpo inerte de su hermana, las lágrimas y la rabia que sentía no le dejaban ver con claridad. Logró sentarse en la cama y coger a Shalot entre sus brazos, en aquel momento todo quedó en silencio parecía que las mujeres contenían la respiración esperando un pequeño milagro. Lasher siempre recordaría el momento justo en que su hermana volvió a nacer, primero notó un pequeño cosquilleo en las manos y por un momento una tenue luz envolvió el pequeño cuerpo que sujetaba, al mirar su cara vio que ella lo observaba aunque parecía ver mucho más allá. En aquel momento el hechizo quedó roto con los gritos de Madame Liseth mandando a todo el mundo a trabajar. 

Cuando Lasher cumplió 12 años, no quedaba ni rastro de la alegre y cariñosa Shalot sólo una cáscara vacía que se pasaba el día mirando por la ventana anhelando poder salir de aquella jaula. La pequeña había dejado de emitir cualquier sonido y se pasaba los días trabajando y sirviendo a Madame Liseth como esta creyera conveniente, no se volvió a repetir el incidente. 

Cuando Shalot cumplió 10 años saludó a su hermano como si tal cosa una fría y lluviosa mañana, parecía que los últimos años de silencio nunca hubieran tenido lugar. Éste decidió que había llegado el momento de buscar venganza y se adentró en el peligroso mundo que terminaría convirtiéndolo en inmortal. 

Cuando Lasher cumplió 20 años, su salud parecía deteriorarse y su piel había perdido algo de color. El joven había dejado el trabajo en el burdel y había pasado a servir a una adinerada familia de la zona, no hace falta decir que su jefe era un habitual en su antiguo hogar. Las visitas a su hermana eran lo único que lo mantenía lo suficientemente cuerdo para continuar con su plan, y sus brazos el único lugar al que él consideraba hogar. Shalot había pasado a ser una más de las prostitutas de Madame Liseth, cuando creces en un ambiente como ese no sueles esperar mucho más de la vida. Y las visitas de su hermano eran los únicos momentos en los que se sentía completamente viva, sus caricias y sus brazos eran su verdadero hogar. El día en que Shalot cumplió los 15 años, Lasher sucumbió a los placeres que le proporcionaba la sangre.

1 comentarios:

Kairish dijo...

¡Hola!

Llegué a tu blog leyendo reseñas manga y, curioseando, me he encontrado esto. A mí también me gusta jugar a rol y escribir. De hecho también tengo una maga, aunque la mía es una Cuentasueños y es de la edad actual.

Me ha gustado mucho esta introducción de tus personajes. Son bastante interesantes y más el hecho de que el hermano sea vampiro. Me gustaría saber más.

Lo guay del rol es cómo se van desarrollando los personajes y como, inevitablemente, les vas cogiendo cariño :3

¡Saludos!

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