Ya vamos por la mitad de la cuarta, pero toca hablar un poco de la tercera temporada de Hijos de la Anarquía, la que muchos consideran como la temporada más floja de las vivencias de Jax Teller.
BEWARE! a partir de aquí spoilers sobre la segunda temporada de Sons of Anarchy.
La anterior temporada nos dejaba con Gemma a punto de entrar en la cárcel por culpa de Stalh y con Abel secuestrado por Cameron, miembro del Ira Auténtico (o RIRA en su original) e intermediario para las armas de SAMCRO.
No sé vosotros, pero a mi me parece que Stalh está en medio de todos los fregados, fue su culpa la muerte de Donna por ejemplo.
Vemos un nuevo acercamiento entre Gemma y Tara, y está claro que ésta última se está "gemmanizando" bastante. Sobretodo cuando matan por accidente a la cuidadora del padre de Gemma y tienen que llamar a Stephen King para solucionarlo.
Vemos un nuevo acercamiento entre Gemma y Tara, y está claro que ésta última se está "gemmanizando" bastante. Sobretodo cuando matan por accidente a la cuidadora del padre de Gemma y tienen que llamar a Stephen King para solucionarlo.
Mientras Jax rastrea a su hijo a través de Jimmy O., que siempre le insiste que Cameron está en Canadá, nos enteramos que realmente Abel ya está en Irlanda y que el RIRA, a través de su cabeza visible el padre Ashley, se ha hecho cargo del bebé y lo ha dejado en un sitio seguro.
Esta temporada se centra más en los rollos que tiene SAMCRO en Belfast con el RIRA, todo mezclado con una curiosa alianza creada entre Jax y Stalh.
Me ha llamado mucho la atención lo mucho que Gemma se preocupa por el club, seamos claros, si ella no hubiese ido a Belfast SAMCRO hubiera durado dos telediarios. En la primera trampa que le pone Jimmy, es ella la que obliga a la sección de Belfast a volver a por sus chicos, y sólo es el comienzo.
La relación de Tara, que se queda en Charming, y Jax hace aguas por todos lados, sobretodo por la inseguridad de él aunque ella crea que es porque le culpa del secuestro de Abel. Así que es raro ver a los dos tan distanciados.
En Belfast, conocemos más del pasado de John Teller aunque Jax parece alejarse más y más de las enseñanzas de JT incluso cogiéndole un poco de tirria cuando se entera que tenía otra familia en la ciudad, cosa de la que se entera cuando casi se acuesta con su medio hermana.
Los del RIRA son unos manipuladores de mucho cuidado, sobretodo el cura, que con la tontería engaña a Jax y al club para que les hagan el trabajo sucio y luego no quieren devolver a Abel, menos mal que el chico los tiene bien puestos y se sale con la suya o nos hubiéramos despedido del bebé ahí mismo.
Lo más sorprendente de todo, es la unión entre Jax y Stalh, y como ésta es capaz de matar a cualquiera por estar en lo más alto de la ATF. Y cuando tú estás sufriendo por el destino de nuestro protagonista a manos del club, entonces aparece Unser y tiene lugar una de las escenas más épicas de la temporada, dónde Opie finalmente se cobra venganza.
La tercera temporada de Hijos de la Anarquía peca de mezclar demasiado las cosas, aunque el cambio de intro al mudar el escenario a Irlanda le da un toque de originalidad. Una buena temporada, algo más floja que la anterior.
Valoración:
2 comentarios:
A mi el inicio de esta temporada se me hizo algo pesado, pero lo compensó por completo durante el resto de la temporada. Los diez últimos minutos del capítulo final son increíbles, para mi uno de los mejores final de temporada que he visto.
@Kako Mote - La verdad, es que el final me puso los pelos de punta, sobretodo el intercambio entre Stahl y Opie.
Publicar un comentario